Octubre siempre me ha parecido un mes con mucha carga poética. Quizás veo en el otoño la magia de resumir la aventura del verano e insinuar la sabiduría del invierno. Puede que también me vuelva “huracanada” por mis recuerdos cubanos o porque disfruto del juego de los colores del bosque. En este mes se me mezclan los verdes y los marrones como si algún pintor “etéreo” tuviera el propósito de hacerme observar en serio la belleza de la naturaleza.
Hace justo una semana disfruté de la Tertulia Huracán Amor. La impulsé con cariño y con el deseo de recaudar fondos y medicamentos para Cuba. Estoy satisfecha, tuvimos varios invitados de corazón solidario : Víctor Velasco (Músico), Arsenio Rodríguez (Historiador), Gretel Rafuls (Realizadora visual), Laura Sarto y Segio Muñoz (Bailarines) y juntos hicimos un recorrido cultural y poético por las joyas de la isla. Estuvimos arropados por la ONG Por una sonrisa lo doy todo y su Presidenta, Mónica García nos recordó la importancia de sentirnos agradecidos. El ambiente en la Sala Tarafa de Granolles fue íntimo, pero productivo. Lo pasamos bien y comenzamos a recolectar. Los vientos del Amor se están poniendo en movimiento. Tengo ganas de continuar, así que voy mirando nuevos sitios, nuevos enclaves para tertuliar. Soy de las que creo en la Solidaridad poética y cada vez más interactúo con almas afines.
Ayer , día 30 también viví momentos dulces entre: versos, pinturas, bailes… Participé en el III Festival poético – cultural Latinoamericano, organizado por Cinthya Maldonado de Casa Honduras. La biblioteca Tecla Sala de L’Hospitalet de Llobregat en Barcelona, estaba llena de calor humano. Tuve la ocasión de leer un poema de la poeta hondureña Dania M. Euceda y sinceramente fue un grato honor. Más adelante pude compartir una de mis décimas: “Sorpresa” del libro Tertulias de Acuario y lo disfruté como se disfruta un regalo.
Estoy agradecida a Octubre, a las personas buenas que saben que el Arte es una vía de crecimiento y de evolución. Porque para eso también estamos aquí en esta tierra nuestra. En esta tierra que habla una lengua común: la del Amor entre las personas.
Los espero en un futuro poético y cuántico.