Lunes 28 de agosto de 2023, otro verano que finaliza con la alegría de la fiesta mayor de Granollers (Barcelona) . Durante más de una semana reina la celebración entre las calles y las sonrisas ciudadanas. Se “enfrentan” en una competición constructiva y divertida los “blaus” los azules y los “blancs” los blancos.
Y como si fuera poco son los colores que me acompañan en mis andanzas por las Tertulias de Acuario. (En lenguaje de marketing, digamos que son mis colores de marca). Yo concibo mi mar poético en blanco y azul, así que no puedo decantarme por ningún grupo, aunque toda la ciudad ya tenga hecha su elección.
En el Parque Torres Vilà, los “Blancs” volvieron a organizar una bella Jam Session. Esto significa una reunión de más de dos horas que se va nutriendo con las aportaciones espontáneas de los asistentes. Nunca se sabe a ciencia cierta cómo será una “función”, la sorpresa es sin dudas uno de sus encantos.
Yo disfruté la oportunidad de compartir escenario junto a varios grupos musicales, solistas y artistas de un bonito nivel.
Para la ocasión recité el poema Olas de cuaresma de mi poemario Tertulias de Acuario y a continuación leí el precioso poema cubano Romance de la niña mala.
Tuve la suerte de tener un inesperado acompañamiento de guitarra. Bernat era el músico que actuaba después de mi y que tan amablemente me brindó su apoyo. Le estoy muy agradecida.
Mientras compartía los versos, pedí al público que alguien me hiciera una foto y Albert, uno de los miembros del equipo organizativo de los “Blancs” me regaló unas cuantas para recordar el encuentro. Todo un detalle por su parte.
Y me esperaba otra tremenda sorpresa por parte del pintor Cufa Mastandrea. Resulta que durante las actuaciones, Cufa se iba inspirando y realizaba algunos dibujos rápidos. E hizo uno de mí! No se imaginan la alegría que me causó. Así que también les comparto el resultado.
La Jam acabó de la manera más tierna del mundo. Después de tanto arte “adulto”, un pequeño grupo de niñas cantó una canción.
Nos derretimos con la magia y así con el corazón más alegre que cuando llegué, me fui a ver otra actividad. Esta vez de los Blaus, porque hay que cuidar la paleta de colores. ¡Viva la fiesta de Granollers!
